lunes, 16 de agosto de 2010

El verdadero petróleo es la gente

Tiempo de lectura: 4.25 min. (aprox).

Venezuela es un país que basa su economía en la explotación petrolera con una producción anual de tres millones 200 mil barriles diarios. Nuestro país tiene además extraordinarios recursos de gas natural con una producción anual que asciende a 58.800 millones de metros cúbicos de gas natural y 36.690.000 barriles de gas licuado (segùn estadìsticas de 2005), butano y propano, además de variados productos, destacando la producción de cereales de maíz, arroz, sorgo; la de oleaginosas, granos leguminosos, raíces y tubérculos, frutas, café, caña de azúcar y cacao.

Simultáneamente se han afianzado las actividades pesqueras, alcanzándose una producción anual de 378.400 toneladas de pesca(segùn estadìstica 2005). Podemos destacar la riqueza que produce la ganadería, la avicultura, la pesca, la minería con el hierro, la bauxita, la energía eléctrica, el acero, el aluminio y otro recurso medianamente desarrollado como el turismo, que por cierto, cuenta con un gran potencial en Venezuela. En definitiva, somos un país muy rico en recursos naturales.


Todos estas riquezas son muy importantes para el desarrollo económico del país, pero imaginemos por unos instantes no tener ninguno de estos recursos naturales,¿qué sucedería?, ¿cómo podríamos subsistir los venezolanos?, ¿podríamos desarrollar a nuestro país sin recursos naturales?. Con esto no quiero decir que los recursos naturales no sean significativos, claro que si, pero lo que intento explicar es que tenemos un recurso muchísimo más importante para el desarrollo de Venezuela: El recurso humano venezolano (nosotros mismos).





Si no contamos con un capital humano alfabetizado, preparado académicamente, especializado en áreas vitales para el desarrollo y saludable desde el punto de vista físico, mental y espiritual, ¿crees que podríamos desarrollar a Venezuela y aumentar los índices de calidad de vida?. La base de nuestro desarrollo está en nosotros mismos, porque si no estamos bien preparados no podremos trabajar y desarrollar los recursos naturales como el petróleo, el gas, el hierro, el aluminio, el acero, la bauxita, la pesca, la ganadería, la agricultura, etc. Sería prácticamente imposible desarrollar a nuestro país sin gente capacitada en diversas áreas.


La educación para la creatividad

Educar para la creatividad, es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar lo obstáculos y problemas que se les van presentado en su paso por la escuela, el liceo, la universidad y en su vida cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación, que al mismo tiempo, logren fomentar y enriquecer el espíritu emprendedor de todos los venezolanos.


La creatividad puede ser desarrollada a través del proceso educativo, favoreciendo potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Siguiendo con estas ideas no pudiéramos hablar de una educación creativa sin mencionar la importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en los salones de clase de todas las instituciones educativas de Venezuela.

La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana, ya que la creatividad es el potencial humano que se manifiesta con mayor facilidad en una atmósfera creativa para generar productos novedosos y de gran valor social y económico para nuestro país.

Educar para la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa de todos los implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, entiéndase maestros, profesores y alumnos. El verdadero desarrollo de un país se basa en un sólido sistema educativo-creativo que fomente la participación y la imaginación de los alumnos. La educación no tiene fin, es decir, no finaliza en la escuela, el liceo, el tecnológico o la universidad, al contrario, debe continuar porque siempre se deben generar nuevas ideas para el desarrollo.




Cuando digo que el verdadero petróleo es la gente, me refiero a que nosotros los venezolanos somos el recurso más importante del país. En nuestras manos, mente y espíritu emprendedor está el desarrollo de Venezuela, hay todavía mucho qué hacer, mucho qué crear, mucho que inventar y mucho qué construir, así que la historia no ha terminado.






¡Estamos en el camino!

Hay un par de dichos populares que le han quitado el sueño a muchas generaciones de venezolanos que dicen: “ya todo está inventado” y “loro viejo no aprende a hablar”. Son dichos muy mediocres que se han convertido en paradigmas y que no son ciertos. Ahora es cuando hay oportunidades para inventar y crear nuevos productos, bienes y servicios en todos los campos, tales como: la ganadería, la pesca, el comercio, la ciencia, la tecnología, los medios de comunicación, la ingeniería, el petróleo, la educación, la salud y muchas otras áreas vitales para el desarrollo de nuestro país.



Hay oportunidades para todos, niños, jóvenes y adultos, siempre y cuando, exista el estímulo, el trabajo constante, la creatividad, el ingenio y la voluntad de hacer realidad lo que otros piensan que no se puede hacer. Recordemos que para alcanzar las cosas que poseen valor tiene sus dificultades, pero no es imposible.


Pensamientos:
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad” Albert Einstein

"La accion es la clave del éxito” Pablo Picasso

"Nada hay absolutamente inevitable, siempre y cuando haya buena voluntad".Herbert Marshall Mcluhan

"Afirmar la vida es para mí profundizar y exaltar la voluntad de vivir".Albert Schweitzer

2 comentarios:

http://frodriguezg.blogspot.com dijo...

Primera Parte:

El Recurso Humano, y las relaciones humanas son sin duda el petróleo de Venezuela y de cualquier país o región. Sin duda que Venezuela es una nación Bendecida por Dios en cuánto a recursos naturales se refiere y esto no es de los últimos veinte o treinta años, sino que yo diría desde siempre.
Por tanto, en este mundo moderno, concuerdo plena y absolutamente con la Periodista María Eugenia Hassan en cuánto que para lograr un desarrollo sostenible en Venezuela, es necesaria la educación y ésta entendida en metodologías también modernas, como lo plantea claramente en su columna.
La educación no sólo en términos de un proceso de Enseñanza - Aprendizaje, en la escuela, primaria, secundaria, técnica o universitaria, sino que también en ciertos aspectos valóricos que a lo mejor, lamentablemente no se nos educa en nuestro continente y que son entre otros, la honestidad del trabajo bien hecho, la ética profesional, el buscar el resultado óptimo y no quedarnos en la mediocridad, y fundamentalmente y algo que está relacionado con el primer valor mencionado por el suscrito - la honestidad - y que dice relación con la corrupción, entendiéndose ésta no sólo en términos políticos, sino que en el desempeño laboral, familiar, social y cultural.
Luego, si es importante la educación, pero también es tan o más importante que ésta, los valores ya mencionados, la disciplina y la voluntad.
Todo ello, nos lleva a creer en nosotros como sociedad, como personas, pues son las personas y no las máquinas, las que producen los cambios sociales, económicos, culturales y antropológicos. En la medida que las personas debidamente organizadas estén motivadas para ese cambio, se puede alcanzar las metas propuestas como sociedad.
Convencidos de estas cualidades si se puede llegar a horizontes insospechados, trayendo consigo una serie de beneficios colaterales para nosotros aún inimaginables.
Quiero sustentar mis conceptualizaciones con dos ejemplos.
Primero: Suiza no produce un gramo de cacao (Venezuela, Colombia, Brasil, entre otros países con clima tropical si lo producen). Sin embargo, el chocolate más rico y más fino el mundo se produce en Suiza. Ello ocurre, no sólo por el nivel de educación de su pueblo, sino que por la idiosincracia de éste, que sin duda está ligada a su educación, costumbres y valores, que tienen, por ejemplo los suizos. Lo mismo ocurre con los quesos y su industria en general. ¿Cómo se explica que Suiza con una extensión de 41.000 kms cuadrados, versus Venezuela con un área geográfica de 916.400 kms cuadrados, es decir 22 veces más pequeño, en números redondos, que Venezuela, y sin riquezas naturales, tengan uno de los niveles de vida más altos del mundo ? Para darnos una idea el ingreso per cápita es del orden de los US$ 67.000. Creo que el éxito de ese pequeño país es la educación que se plantea en el artículo, el esfuerzo, y los valores que adornan a esa población, como tantas otras en el mundo. Es decir, el potencial de una nación está en su gente y no en sus recursos.

Fernando Rodríguez Guzmán, Chile dijo...

Segunda Parte:

El otro ejemplo similar es Japón, cultura milenaria, que entre otras cosas, como la gran mayoría de las cultural orientales, tienen un plus, respecto a nosotros y que es el inmenso respeto y valor que se les otorga a los más ancianos. Después de la II Guerra Mundial, Japón quedó absolutamente destruida moral, psicológica, económica, cultural y socialmente. Sin embargo, en menos de 30 años, supera con creces a naciones superdesarrolladas, en un territorio pequeñísimo y sin recursos naturales.
Estos dos ejemplos vienen a ratificar lo sustentado por la periodista María Eugenia Hassan en su artículo y es por tanto, motivo de profundo análisis, para producir el cambio que tanto espera Venezuela, pues es increíble que siendo un país con tanto recursos naturales, con profesionales de excelente calidad, no constituyan la potencia mundial que se podría esperar de un país como el citado. Lo más malo de todo y sin quitarle la responsabilidad a la actual dictadura, del descalabro económico, político, social cultural en que está sumida la Nación por la ignominiosa mano de un ignorante como Chávez, este es un problema anterior al Estado Comunista que vive Venezuela hoy y por tanto, esperar un desarrollo es casi imposible, al menos por ahora y con la actual tiranía comunista.
Sí está en la voluntad de su gente, en su visón de conjunto respecto del futuro que le quieren dar a sus hijos en el día de mañana y unidos tras ese ideal, claro que se podrá llegar a conquistar el mayor y mejor recurso de la nación que es su gente...y cuando hablo de recurso humano, hago abstracción absoluta a las acepciones que tiene este término para los economistas.
Por ahora, toca romper los paradigmas que se señalan tan acertadamente en el artículo y tener la voluntad de cambiar para el bien de todos.
Atenta y cordialmente, Fernando Rodríguez Guzmán, Chile