Las cosas materiales no bastan para ser feliz, mejor dicho, no solamente no bastan sino que no hacen falta. Los bienes materiales están hechos para tenerlos, usarlos, disfrutarlos y para compartirlos con quienes se tienen que compartir pero no para ser feliz. Lo mismo decimos: con el dinero no se consigue la felicidad; es para comprar más cosas de las que se tienen, no para algo más. Con oro y plata no se consigue dicha, ni amor.
“El dinero no hace falta para ser feliz pero ¡cómo ayuda!”, dicen algunos. No, el dinero en sí no ayuda para la felicidad, no ayuda ni desayuda. Si el dinero fuera necesario para ser felices, todos los ricos lo serían, ¿y es así? Ahora bien, la pobreza material tampoco tiene que ver con la felicidad, si así fuera todos los pobre también serían felices, ¿es así? Hay ricos felices y pobres también, y la desgracia los visita a los dos. Si ves un rico feliz no lo es “por el dinero” sino “con dinero”. El que quiera ser feliz que no tome en cuenta las riquezas materiales, porque no es la referencia verdadera.
Con esto no quiero decir, en ningún momento, que no hay que luchar para conseguir dinero y adquirir las cosas necesarias para la vida. Lo que quiero decir es: ni el dinero ni las cosas materiales son fuerza suficiente para llenar plenamente al ser humano. El que quiera dinero que trabaje, el que quiera más que trabaje más, el que quiera mucho que trabaje mucho. Y el que quiera ser feliz que simplemente lo sea.
Las cosas materiales no contribuyen al crecimiento del amor, al revés, es el amor el que hace que las tengamos para usarlas, disfrutarlas y compartirlas. Por ejemplo, un refrigerador lleno de alimentos no une al matrimonio y vacío tampoco; dos autos en la puerta, cuentas bancarias, llenarse de mucho lujo no une, no. Las cosas materiales no tienen nada que ver con el amor, en cambio el amor si hace que las disfrutemos.
Los colegios no están para educar sino para instruir, ninguno educa. La diferencia que existe entre algunos colegios es que unos instruyen más que otros y hay más disciplina, pero puede haber gente instruida y disciplinada y no educada. La instrucción tiene que ver con la mente, la disciplina con el cuerpo y con los buenos modales externos, y la educación con el corazón.
Cuando no hay amor las cosas no se disfrutan, sólo se tienen. Llénate de amor si quieres desfrutar las cosas materiales. La felicidad es un estado de ánimo, no un estado de cuenta bancarias o financieros.
Disfruta y comparte las cosas que tienes.
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